Por Orlando Cáceres
Hace unos días, una de las redes más usadas, “Instagram”, fue desinstalada por millones de usuarios en el mundo. Ahora ¿Cuál es el problema?
Bueno, todo empieza cuando se difunden las políticas que Instagram tiene, donde textualmente dice lo siguiente: “Recopilamos el contenido, las comunicaciones y otros datos que proporcionas cuando usas nuestros productos… También puede incluir el contenido que ves a través de las funciones que proporcionamos, como la cámara… Nuestros sistemas tratan automáticamente el contenido y las comunicaciones que tú y otras personas proporcionan”
En palabras más cortas, podemos decir que la aplicación, reina de las fotografías, recolecta gran parte de tu información, y que incluso hacen uso de la cámara para querer realizar “acciones que benefician a todos”.
Ahora, te preguntarás porque esto es algo dañino, si es un tema que todos deberíamos saber, la verdad es que es hora de refrescar la memoria. Todo se remonta un par de años atrás, donde la compañía dueña de Instagram – Facebook – estuvo envuelta en un escándalo gravísimo, hablamos del caso de “Cambridge Analityca”, en el cual se recopiló información de distintos usuarios sin consentimiento, lo cual favoreció las candidaturas de múltiples políticos en Argentina, Brasil, México, etc. Incluso sirviendo como ayuda para la candidatura de Donald Trump para alcanzar el sillón electoral de los Estados Unidos en el año 2017.
Desde aquel momento, se llegó a la conclusión de que la gran mayoría (por no decir todas) de las redes sociales son plataformas de las que no se puede confiar del todo, y siendo un tema que ha vuelto a boca de todos con lo que se está experimentando ahora con Instagram.
Según lo dicho por múltiples fuentes, es cuestión de tiempo para que, con el tiempo, cuando se perfeccione la tecnología de rastreo de rostro, que la empresa tenga un mayor control sobre estos datos.
Ahora, la “supuesta” solución podría ser, dejar de tener redes sociales, pero este oasis presenta un severo problema. Vivimos en una sociedad donde el uso de plataformas es cada vez más importante, más si tomamos en cuenta que el contexto de pandemia que vivimos hoy en día, nos priva de realizar salidas a otros lugares, por lo que estas redes funcionan para poder enterarnos de esto. Además, que existen personas que han hecho de estas un medio de vida, ya sea que estemos hablando de creadores de contenido en Facebook, Youtube o el mismo Instagram, o de las miles de personas que tienen un negocio y lo promocionan por estos medios, siendo algo de vital importancia.
Ahora, la solución más adecuada sería la implementación de nuevas regulaciones, tanto para la privacidad como para el monopolio. La primera por obvias razones, para no ver una segunda parte del caso de “Cambridge Analityca”, y que no se vulnere más la intimidad por el interés de unos pocos. En lo que se refiere a la segunda, se hace con el fin de que una sola compañía no tenga toda la información que se conoce de las personas. Por lo menos, esto último es algo que se está suscitando cuando hace unas semanas se le pidió a Mark Zuckerberg deshacerse de Instagram y Whatsapp, esto por lo que dijo la Federal Trade Comision:
“En la denuncia se alega que Facebook ha aplicado estas políticas cortando el acceso a la API para mitigar las amenazas competitivas percibidas de los servicios de redes sociales rivales, aplicaciones de mensajería móvil y otras aplicaciones con funcionalidades sociales.”
Sin embargo, Facebook al día de hoy sigue siendo el dueño de dos de las múltiples redes sociales usadas en todo el mundo.
Y si creen que el escándalo que tiene Instagram es algo malo, ni siquiera se asomen a crear una cuenta de TikTok, pero ese ya es un tema aparte.